
En el movimiento y desarrollo de la vida social, hay un nexo necesario entre la cantidad y la calidad. En el caso de MORENA, partido político que busca transformar la vida nacional, es hora de dejar atrás la etapa de acumulación de fuerza política sustentada en el ingreso de diversas personas y organizaciones, para avanzar hacia un nivel superior en el que la calidad de los militantes, y de su accionar político, sean la esencia del partido.
En la lucha inicial contra "la mafia del poder", fue necesario pactar y aceptar a individuos y organizaciones diversas, con los riesgos de corrupción y traición que ya conocemos. Sin embargo, en la coyuntura actual, con presiones del imperialismo y sus aliados mexicanos, es tiempo de retomar lo positivo de esa etapa y elevarlo a un nivel superior.
El Desafío
Para lograr esto, MORENA debe:
- Expulsar a los corruptos: Aquellos que actúan en contra del partido y del proyecto de nación deben ser expulsados sin miramientos.
- Estructurar y vitalizar: El partido debe estructurarse en cada rincón de México y vitalizar su estructura para consolidar victorias y empujar acciones más profundas.
- Formar cuadros: Diseñar y aplicar estrategias de formación de cuadros que sean garantes de la continuidad del proyecto.
- Investigar y castigar: Investigar a fondo actos de corrupción en las filas del partido y en el ejercicio del poder, y castigar de manera ejemplar a quienes lucren con el dinero del pueblo.
La Oportunidad
Es tiempo de actuar para generar la convicción de refundar a MORENA y articular las diversas voces de las mexicanas y los mexicanos que buscan lograr la Cuarta Transformación de México. Esto implica conquistar nuestra segunda y definitiva independencia, afianzar nuestra soberanía y mejorar nuestras condiciones de vida.
La pregunta es: ¿Podrá MORENA superar sus desafíos y avanzar hacia un nivel superior de calidad? Solo el tiempo y los militantes-hoy marginados-, lo dirán.