Visita desafortunada / Amado Sanmartín

Visita desafortunada / Amado Sanmartín
Expolición
Visita desafortunada
Amado Sanmartín Hernández


A Luis Enrique, la octava llamita.


Aunque aparece en todas las marquesinas del globo terráqueo por sonados escándalos de corrupción y autoritarismo, el gobierno morenista de Oaxaca no hace nada por enderezar el rumbo y en cambio se empeña en crear una peligrosa atmósfera de inestabilidad social, a tal grado que algunas voces se han pronunciado pidiendo que el gobernador renuncie o que llegado el tiempo se someta a la revocación de mandato. 

El mismo presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña hizo algunas consideraciones acerca del abuso del poder del gobierno de Oaxaca, como es el caso de los 1344 trabajadores al servicio del gobierno del Estado pues dijo que el procedimiento para el despido masivo había sido incorrecto, comprometiéndose a llevarle la queja de esta arbitrariedad a la presidenta Claudia Sheinbaum.


 El presidente del Senado hizo otras consideraciones y no tuvo empacho en decir que el caso de los burócratas había sido una injusticia; lo que ignora es que el despido fue por decreto del Congreso estatal, pero se está violando la ley porque el Ejecutivo está reinstalando a mas de 600 despedidos, con lo que contraviene la norma legislativa que no ha sido abolida. 

Si es así, sería otra pifia más del brujo de cabecera del gobernador, el tal Geovani, quien ha tenido fracasos y actuaciones muy desafortunadas que han afectado a su jefe. Y para seguir iluminando las marquesinas con el nombre de Oaxaca en el planeta, la visita de la presidenta de la República para inaugurar la super carretera al Istmo de Tehuantepec, no fue muy afortunada para el gobernador del Estado, pues el entusiasmo se enfrió un poco por algunos manifestantes, como fueron los empleados despedidos y la saxofonista María Elena Ríos, víctima de un ataque con ácido en la cara por José Antonio Vera Carrizal como autor intelectual, quien parece estar protegido por los mandatarios pasado y actual. La acción dejó pe…rplejo a medio mundo pues se preguntaron que en donde había quedado la seguridad de la presidenta, por la forma en que la saxofonista detuvo a la mandataria cuando ya iba de salida. 

El episodio vino a marchitar mas la primavera del régimen morenista de Oaxaca.


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A pesar de sus hierros que se producen con más frecuencia, el gobierno morenista de Oaxaca -más parecido a una primavera del Neanderthal-, no  tiene intenciones de buscar alternativas reales de políticas que generen soluciones a una peligrosa diacronía de crisis sociales y conflictos que están creando en todo el Estado una atmósfera de inestabilidad social, la cual se profundiza cuando además se quiere ser omiso ante una realidad que no se puede cambiar con discursos y algarabías y festejos en la obra faraónica de San Juan Chapultepec. 

Es El rumbo correcto tampoco se retoma abriendo frentes de guerra por todos lados con supuestos enemigos, ya no los fantasmas del pasado ni molinos de viento, sino de gente que se manifiesta y hace reclamos de derechos y de justicia que se han venido postergando y que el actual régimen también se hace de la vista gorda para darles soluciones de fondo y no de territorio y de milongas y de posar para la foto, como testimonio de que sí hubo diálogo “como nunca otro gobierno lo había hecho”. 

Estas fotografías quedan para actuar contra esa misma gente cuando salgan a protestar y a manifestarse por las promesas incumplidas del gobernador. 

Por eso es que el secretario de Gobierno profiere amenazas contra esos manifestantes a los que les increpa que ya están identificados y que se les van a fincar cargos ante la Fiscalía del Estado. 

Esta amenaza ya es un estribillo del gobernador y el secretario de Gobierno, con la única razón de que no desean que nadie se fije, que nadie critique, que nadie escriba, que nadie proteste… la forma en que vienen gobernando y la manera en que comparten el poder y los negocios con hermanos, parientes, amigos… y que el abuso de autoridad y la corrupción crezcan, dejando a un lado la seguridad, el combate a la criminalidad y su estela de muertes y feminicidios, así como la comisión de otros delitos en domicilios y la vía pública; la salud de la gente como las víctimas del dengue por no combatir a tiempo al mosquito transmisor, tampoco le importan al  gobierno de Oaxaca. 

Habría que recordarle al gobierno que después de las luces… están las sombras.
So long raza.

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