Con el inconfundible ritmo de sus sones y la fuerza de su identidad zapoteca, La Heroica Juchitán de Zaragoza volvió a conquistar corazones durante el Segundo Desfile de Delegaciones previo a la Guelaguetza 2025.
Miles de asistentes fueron testigos de una muestra llena de color, música, danza y alegría, que convirtió a las principales calles de la Verde Antequera en un gran escenario de fiesta y tradición.
Desde la Fuente de las Ocho Regiones, el contingente juchiteco comenzó su andar entre aplausos y vítores que resonaban por la Calzada Porfirio Díaz y la Avenida Juárez. El brillo de los huipiles bordados, ondeando al compás de cada paso, se mezclaba con las sonrisas radiantes de las juchitecas que, con porte y alegría, hacían vibrar el orgullo zapoteca en cada mirada del público. Al frente, el presidente municipal Miguel Sánchez Altamirano, acompañado de su esposa, la Dra. Reyna Alonso, integrantes del Cabildo y el director del IEEPO, Emilio Montero Pérez, guiaba con orgullo a la delegación que, con cada son y cada giro de falda, mostraba al mundo la fuerza viva de la cultura juchiteca.
Las calles de Abasolo, Macedonio Alcalá y García Vigil se convirtieron en una gran fiesta. Entre sones tradiciones y pasos firmes de los danzantes, nuestra delegación compartió con Oaxaca entero la esencia de sus mayordomías, de sus velas y de la alegría que define cada celebración istmeña. Era imposible no contagiarse del espíritu festivo que caracteriza a un pueblo que guarda con orgullo el legado de sus ancestros.
El recorrido concluyó en el Templo de San Agustín, tras atravesar la Alameda de León y la calle Guerrero. Juchitán se despidió dejando una estela de júbilo, identidad y tradición, reafirmando que su cultura no solo se vive, sino que se comparte con el alma. Así, la delegación juchiteca volvió a recordar que en cada danza y en cada nota late la historia viva de un pueblo que nunca deja de celebrar la grandeza de ser zapoteco.
