Expolición / Dos gigantes del periodismo / Amado Sanmartín Hernández

Expolición  / Dos gigantes del periodismo  / Amado Sanmartín Hernández
Expolición
Dos gigantes del periodismo
Amado Sanmartín Hernández

 

A ese ser hermoso y sublime, hacedora de amor y vida

Periodistas del Estado de Hidalgo han lanzado una propuesta para que en México sea reconocido como el Día de la Libertad de Expresión el 30 de mayo, fecha en que fue asesinado Manuel Buendía Tellezgirón, un crimen de Estado que conmovió al medio, por la limpia trayectoria del desaparecido, ultimado a balazos por la espalda a los 58 años de edad.

Manuel Buendía es considerado el más brillante de los periodistas de mediados del siglo pasado, principalmente por su columna Red Privada, en la cual profundizó investigaciones por los más ocursos laberintos de la política mexicana y sus exponentes en el poder tanto de la función pública, el ejército y la iglesia. 

En su red quedaron atrapadas actividades de corrupción, crímenes de Estado, vendettas, vínculos con el narcotráfico, o con lo que ahora se conoce como crimen organizado; y en su columna no solo se veía una pasarela de sospechosos, sino las identidades de los responsables de la comisión de delitos en la función pública. 

Habían sido muchos los evidenciados por el michoacano, por lo que desde las cumbres del poder se decidió silenciarlo, misión que le fue encomendada al director del CISEN, Centro de Investigación y Seguridad Nacional, José Antonio Zorrilla Pérez. 

Otro involucrado en este crimen proditorio fue el general Juan Arévalo Gardoqui, secretario de la Defensa Nacional, y quien fue el artífice del atentado. Serias investigaciones indican que lo que aceleró y determinó el asesinato de Manuel Buendía fueron sus pesquisas acerca del narcotráfico, actividad en la que estaban involucrados altos políticos en el poder y el ejército.  

La cuenta regresiva para la vida del periodista había empezado, y acabó la noche del 30 de mayo de 1984, cuando en pleno centro de la ciudad de México cuatro plomos de grueso calibre por la espalda, le cortaron la existencia. Así acababa uno de los mas brillantes periodistas de mediados del siglo pasado, cuya trayectoria por su limpieza ética y profesional es considerada un ejemplo para quienes ejercen el noble oficio, aunque hay otros de conducta intachable como Julio Scherer, Miguel Angel Granados Chapa y otros comunicadores insobornables ante las amenazas y las ofertas del poder.

***

 LA propuesta para que el 30 de mayo, fecha del asesinato de Manuel Buendía Tellezgirón sea considerada en el país como el Día de la Libertad de Expresión, es loable, porque un periodista de su talla merece ese reconocimiento por su ejemplar y trascendente papel desempeñado en el ámbito de la comunicación. Nadie mejor que él para tal homenaje; por su valor para enfrentar sin miedo a los poderes corruptos e impunes que gobiernan el país. 

Era tal el temor que infundía, que hubo que matarlo por la espalda, y aunque fueron apresados algunos considerados como autores materiales e intelectuales, los crímenes de Estado siempre quedarán en el misterio. Se desconoce hasta dónde la propuesta para que el 30 de mayo sea considerado el día de la libertad de expresión en México, vaya a tener consenso. 

En este destripadero sintáctico, se propone que tal reconocimiento también lo merece el oaxaqueño Ricardo Flores Magón, pero sin el propósito de crear controversias o comparaciones, pues ambos vivieron y ejercieron la libertad de expresión en diferentes épocas, el de acá, bajo una dictadura y el michoacano bajo un régimen de autoritarismo; más peligrosa la primera, donde estaban canceladas todas las libertades, que el segundo, donde aún se permitían. 

La única coincidencia entre Ricardo Flores Magón y Manuel Buendía Tellezgirón podría ser su asesinato, uno en plena vía pública, y el otro, ahorcado en una mazmorra de Leavenworth, Kansas, Estados Unidos, el 21 de noviembre de 1922, a los 49 años. Como oaxaqueño, se propondría a Ricardo Flores Magón para tal mérito, pero sería el consenso y el análisis de los conocedores el que determinaría si el anarquista de Eloxochitlán merecería el reconocimiento. 

Estos dos gigantes del periodismo murieron defendiendo los derechos y libertades y la democratización del país. Un ejemplo del pensamiento del revolucionario es el siguiente: “El anarquismo no es un sistema de libertinaje, sino uno, que basado en la Ciencia, nos enseña que todos los seres humanos somos iguales, y por lo mismo nadie tiene derecho de hacer que los demás le obedezcan, ni nadie tiene la obligación de obedecer, y esto no es libertinaje, es justicia”

 So long.

Categoría